sábado, 23 de agosto de 2014

Microrrelatos #3

La caja 

Desesperación, la corriente es muy fuerte, tanto que me cuesta seguir en pie, me arrastra como un lobo con sus grandes fauces abiertas para devorarme, pero no puedo rendirme, necesito la caja.
Las olas son cada vez más altas, me cuesta mantener el equilibrio y seguir avanzando, hinco mis pies en la arena pero sigo resbalando, caigo sobre una concha y escucho el agudo grito de mi pie. Duele. Escuece. Pero no puedo rendirme, necesito la caja.
El cansancio se agolpa en mis piernas que me sujetan a duras penas, los ojos me escuecen por la sal, ya casi apenas veo, me cuesta respirar, mis pulmones luchan por hincharse y volverse a deshinchar. Pero no puedo rendirme, necesito la caja.
Por desgracia, empieza una salvaje tormenta, llueve muchísimo y tengo miedo de que caiga un rayo y todo se acabe para mí, pero no puedo rendirme, necesito la caja.
Como si de un milagro se tratara, conseguí alcanzar la caja, la tenía en mi poder, no me lo podía creer... Y entonces vino una ola y perdí el aire de mis pulmones, los cuales se llenaron del agua salada del mar pero no puedo rendirme, necesito la caja.
Me despierto en una isla desierta, estoy desorientada pero enseguida me sitúo, "la caja, donde esta la caja" hasta que me doy cuenta que la tengo abrazada en mi pecho con tanta fuerza que mis manos han tomado la forma de esta.
La abro y lo veo, lo veo moviéndose, lleno de vida a pesar de todo, con su color rojizo y vetas azules. Me llevo la mano al pecho, justo donde tengo el agujero en el lado izquierdo, miro con una profunda tristeza a mi querido órgano vital, él te arrancó de su sitio, fue su culpa, pero después de todo, yo lo permití. Aún recuerdo el instante en el que me lo arrancó, jugó con él unos meses y luego lo tiró al mar, ya se cansó de su juguete, ya se cansó de mí.
Lo cojo con las manos, observo cómo se contrae aunque no hay sangre que pase por sus cavidades ni ventrículos. Necesito ponérmelo de nuevo pero el agujero y el corazón no tiene la misma forma, el agujero es mucho más pequeño... Tendré que hacer modificaciones en el contenido de la caja.
Me duele y me quema como mil demonios, le estoy cortando para que sea más pequeño, grito y lloro de tanto dolor, siento que el hueco de mi pecho pesa aún más. Consigo encajar mi órgano en su sitio. En mi pecho se puede observar una cicatriz, roja y bien definida donde pone su nombre. Es el primero "y el último" pienso yo, aaaay tonta e ilusa de mí.
Algún día vendrá otro que también me arranque el corazón pero en cambio, que me ceda el suyo, y entonces todo encajará.
Tic tac tic tac
Te odio. Te amo. Te odio. Te amo. Te odio. Te amo
No puedo, esto me explota por dentro, te amo a ratos, te odio a momentos, "daría mi vida por ti", "ojala nunca hubieras existido". 
Mi corazón bombea y mi cerebro funciona, uno dice "no sería nada sin ti" otro dice "no quiero volver a verte nunca", tic tac tic tac, todo cambia, en un momento me siento inmortal, en el otro me siento muerta por dentro.
Tic tac tic tac, el tiempo pasa, yo no cambio, mi corazón sangra, algo herido, mi cerebro funciona, algo desgastado, la pelea continúa, "tu sonrisa es mi oxígeno" "nunca te amé", quizás nunca estuve cuerda, quizás nunca fuimos un verdadero nosotros.
Tac tic tac tic, todo va al revés, ahora camino en el cielo no en la tierra, respiro lágrimas no oxígeno, una presión continua existe en mi pecho y en un momento de lucidez pienso cuando estallará.
Mi corazón ya no funciona, mi cerebro tampoco, uno necesita al otro pero el otro no necesita al uno, el cerebro necesita oxígeno constantemente, el corazón no necesita la orden de bombear, no depende de nadie.
Así que dime, corazón, "tu nombre me hace sentir viva" "muérete, no lloraré tu pérdida", todo va al extremo, todo parece que va a estallar de aquí a poco.
Ya muerta sigo pensando, "te amé hasta el último segundo" "me alegro de no volver a sentirte", aún en cadáver sigo estando loca.
Tic tac tic tac
 All of me

Él: Me gustan tus ojos.
Ella: Me gusta tu sonrisa.
Él: Me gusta tu mirada.
Ella: Me gustan tus labios.
Él: Me hacen sentir especial, tu luz en esos bonitos ojos, me hacen sentir el único ser del planeta.
Ella: Me prometen que todo irá bien, la seguridad mostrando esos dientes blancos, me prometen un mundo mágico junto a ti.
Él: Me gusta tu voz.
Ella: Me gusta tu fuerza.
Él: Me gusta tu risa.
Ella: Me gusta tu resistencia.
Él: Cuando lo oigo no existe el miedo, soy valiente,  se convierte en una melodía digna de sirena y yo soy el corsario que enloquece al escucharla.
Ella: Me haces sentir a salvo, protegida, prometo cantar para tus temores ahuyentar, prometo reír para mi pirata embelesar.
Él: Me gusta tu inteligencia.
Ella: Me gusta tu honestidad.
Él: Me gusta tu astucia.
Ella: Me gusta tu sinceridad.
Él: Me gusta que me superes, saber que te las puedes arreglar tú sola, me gusta que seas independiente, aunque eso no cambie que me preocupe por ti cada segundo de mi día a día.
Ella: Me gusta poderte contar todo y saber que te lo llevaras a nuestra tumba, cuando me escuchas tus ojos brillan de una manera diferente, no sería nada sin tu opinión ni tus consejos.
Él: Me gusta que me ames tanto como yo te amo.
Ella: Me gusta que me ames tanto como yo te amo.
Un solo "te amo",  una oración,  dos palabras, cinco únicas letras que lo cambian todo.

5 comentarios:

  1. Todos los relatos son preciosos. Hace muchos siglos que no escribo ninguno, a ver si me animo a ello.
    Un beso, guapa :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si lo haces, no dudes en decirmelo ¡me encantaría leerlo!

      Eliminar
  2. ¡Hola!, ¿Que tal estás?, Aquí he llegado de casualidad a tu blog y ya soy una Seguidora Tuya :). Espero que tu pases por el mio y si te gusta me sigas. Te mando un saludo y espero tu próxima Entrada,
    Chao!.

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  4. De los tres, mi favorito creo que es el de La caja, pero en fin, los tres están super bien, ya sabes ;)

    ResponderEliminar